10 cosas muy interesantes sobre salud, mujer y deporte
El deporte es uno de los pilares de una vida saludable y como mujeres podemos beneficiarnos de todas sus ventajas desde la niñez hasta la menopausia.
1. Mejor rendimiento físico
El rendimiento deportivo es un factor fundamental para que podamos aprovechar al máximo los beneficios del deporte y marquemos objetivos realistas en los entrenamientos. Sin embargo, el rendimiento dependerá de muchos factores: nuestra salud general, si tenemos sobrepeso, lesiones o enfermedades, dónde, cómo y cuándo hacemos deporte… Por ello, antes de lanzarte a hacer cualquier actividad deportiva, y sobre todo si llevas tiempo anclada en el sofá, es importante que visites al especialista en medicina deportiva para que valore tu estado de salud, haga una estimación del rendimiento deportivo y te recomiende el deporte que mejor se adapta a tus necesidades, así como la intensidad y duración del mismo. Además de hacerte una exploración física, te hará una prueba de esfuerzo, un ecocardiograma y otras pruebas que le darán pistas sobre cuál es tu condición física.
2. Vivir más y mejor
El ejercicio previene y retrasa la aparición de muchas enfermedades, como el Alzheimer y otras demencias. Además, numerosos estudios han demostrado que mejora la concentración y la memoria, ya que el ejercicio es capaz de modular el tejido cerebral y de aumentar las células nerviosas en zonas del cerebro que están relacionadas con el aprendizaje y la capacidad de retención.
3. Mayor autoestima y equilibrio psicológico
Durante el ejercicio físico aumenta la producción de endorfinas, que nos proporcionan una sensación placentera y de bienestar. Por lo tanto, aumenta también nuestra autoestima y el concepto que tenemos de nosotros mismos. Además, el deporte actúa como factor protector frente a trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad o las enfermedades psicosomáticas. De hecho, estudios epidemiológicos han demostrado que cuanto más ejercicio se hace menor es el riesgo de sufrir depresión. Así que, si ya has notado algún signo de alarma, ponte en marcha y deja que el ejercicio te ayude a superar tu malestar emocional y psicológico.
4. Corazón sano
El lazo entre deporte y corazón es tan sólido que el uno no puede vivir sin el otro. De hecho, para hacer actividad física es necesario tener un corazón fuerte, y para tener un corazón fuerte es fundamental practicar ejercicio con regularidad. Y es que el ejercicio aeróbico ayuda a prevenir la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca y el desarrollo de otras enfermedades cardiovasculares.
5. Control del peso y huesos más fuertes
El ejercicio físico te ayuda a combatir la obesidad y a mantener un peso adecuado. Si ya tienes sobrepeso probablemente hayas notado que te cuesta más moverte y que tus articulaciones sufren las consecuencias del exceso de kilos. El deporte te ayudará a aliviar este problema y además reducirá el riesgo de fracturas, principalmente vertebrales y de cadera.
6. Alivio de la menopausia
Si estas en la menopausia o en periodo postmenopáusico, este es el momento en el que más puedes aprovecharte de los beneficios cardiovasculares del deporte. La recomendación general es que camines entre 30-40 minutos todos los días. Esta actividad no solo mejorará tu salud general sino también tu estado de ánimo, te ayudará a controlar el aumento de peso habitual tras la menopausia y algunos de sus molestos síntomas.
7. Fortalece los lazos familiares
En la infancia y la adolescencia se producen muchos cambios físicos y psicológicos, por lo que es muy importante establecer hábitos nutricionales y deportivos que eviten que los niños se conviertan en adultos inactivos. A estas edades es fácil que el deporte se convierta en una actividad de ocio divertida, por lo que no dejes de compartir con tus hijos tu afición por la actividad física y planifica actividades en familia que sirvan de motivación y ayuden a fortalecer los lazos familiares.
8. También durante el embarazo
El ejercicio físico durante el embarazo mejora el nivel de energía, el estado de ánimo y el sueño. Además, incrementa la función cardiorrespiratoria, la fuerza y resistencia muscular, la flexibilidad, la agilidad y la coordinación, entre otras cosas. Los ejercicios más recomendables durante el embarazo son los aeróbicos de bajo impacto, como caminar, nadar o bailar, así como la bicicleta estática, Pilates y algunos tipos de yoga adaptados a embarazadas.
9. Proteger el suelo pélvico
Algunos deportes de alto impacto, como correr, el aeróbic, el levantamiento de peso o incluso los ejercicios abdominales tradicionales, pueden debilitar el suelo pélvico, favoreciendo trastornos como la incontinencia urinaria. Recuerda que el suelo pélvico es una zona tan importante como cualquier otra a la hora de hacer deporte y que debes protegerlo con ejercicios que lo fortalezcan, como los de Kegel.
10. El deporte no tiene edad
Incluso empezar a hacer actividad física cuando se es muy mayor ha demostrado tener importantes beneficios: disminuye el riesgo de limitaciones funcionales, de discapacidad y de dependencia, así como el de sufrir deterioro cognitivo y algunos tipos de demencia. Además, la combinación de ejercicios aeróbicos, de fuerza, equilibrio y flexibilidad retrasan el envejecimiento óseo y muscular.
11. Previene el cáncer de mama
Varios estudios han demostrado que el ejercicio físico se relaciona con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Para conseguir este efecto preventivo hay que hacer ejercicio de forma moderada o intensa y con regularidad. Pero además, el ejercicio también es beneficioso en las mujeres que ya han sido diagnosticadas. Por eso muchos especialistas lo prescriben como una parte más del tratamiento.